Escrito por Wendy Diaz, 2005
La película El mensaje, (1976), también conocida como Mohammad, mensajero de Dios, es única en su clase por muchas razones. Fue la primera película épica que se trata de la religión, el Islam; fue hecha simultáneamente en dos idiomas: inglés y árabe; y es una película en la cual no se enseña el rostro del personaje principal. Fue dirigida por Moustapha Akkad y fue protagoniza por Anthony Quinn en su versión en inglés. Aunque el personaje principal es el profeta Mohammad, por respeto y razones religiosas, su rostro nunca aparece en la película. Anthony Quinn es Hamza, el tío de Mohammad, cuyo apoyo fue esencial en la vida del profeta. El mensaje fue grabado en Marruecos y Libia, lugares con paisajes de desiertos, perfectos para las escenas de esta historia que se llevo acabo en Arabia en el Siglo VII. Mohammad, en la tradición islámica, fue el último mensajero de Dios para la humanidad entera. Nacido en Meca, Arabia Saudita, Mohammad logro unir a la península arábiga y varios países, extendiendo el imperio musulmán desde Indonesia hasta partes del oeste de África y Europa.
Al contrario de épicas cristianas, en El mensaje no se enseña el rostro de su figura religiosa sobresaliente. Cuando entra Mohammad en cualquier escena de la película, Akkad ingeniosamente usa otros elementos para hacer esto evidente. Surge una música extraña y placentera de fondo y los demás personajes miran hacia la cámara, como si Mohammad estuviese detrás de ella. Hablan directamente con la audiencia, algo sumamente dificultoso en la actuación pero más sin embargo, efectivo en este caso. Es así como se respetaron las normas islámicas de no mostrar el rostro de ningún profeta, para no causar adoración innecesaria y enfocarse únicamente en la devoción a un solo Dios.
Otro elemento que distingue a esta película es que comienza a mitad de la historia y hace un tipo de retroceso para contar todo desde el principio. El inicio de la película enseña a tres “mensajeros” que llevan el mensaje del Islam a tres diferentes regiones: Persia, África, y Byzantium. Luego la audiencia se encuentra en la Meca, ciudad antigua que fue un centro del comercio para los árabes, donde nació Mohammad y a consecuencia renació la fe monoteísta. La plaza de Meca está congestionada y se ve el Kaba, un edificio que fue construido por Abraham como santuario para el único Dios. En esos tiempos el Kaba fue convertido en una casa de idolatría. Un narrador explica algunos detalles y se conocen varios personajes de la tribu Quraish, que luego se convierten en enemigos del Islam y la doctrina de Mohammad. Meca no solamente era un espacio clave para la compraventa, sino también un lugar religioso por la presencia del Kaba, donde los árabes paganos de todas regiones se reunían con sus dioses.
Después de mostrar un poco de la cultura de Meca, la atención se dirige hacia Mohammad, quien se encuentra de retiro en una cueva llamada Hira a las afueras de Meca, donde frecuentemente iba a meditar. Es ahí donde recibe revelación por primera vez por medio del Ángel Gabriel quien se le aparece en forma de hombre en el horizonte. Dice Gabriel, “Lee,” Mohammad, quien fue iletrado responde, “No se leer.” Gabriel agarra a Mohammad con fuerza e insiste tres veces, “Lee,” y Mohammad responde lo mismo, “No puedo leer.” Continua Gabriel, “Lee en el nombre de tu Señor, quien creo. Creo al hombre de sangre coagulada…” (El Coran, 96:1-2). Con estas palabras de revelación comienza la compilación del Corán, libro sagrado del Islam, y se da inicio al “Mensaje:” que Dios es Único y Mohammad es Su profeta. Mohammad huye de Hira, y regresa a su hogar donde, lleno de miedo y confusión por lo ocurrido, se arropa y se esconde. Un primo cristiano de su esposa, Khadijah, afirma que Mohammad es el profeta de Dios, cuya aparición fue prevista en escrituras anteriores como la Biblia (Deuteronomio 18:14-22, Juan 16:7-15 y otros). Cuando Mohammad finalmente asume su responsabilidad de predicar el mensaje de Dios, reúne a sus compañeros, quienes aceptan las revelaciones como autenticas y se vuelven fieles seguidores del Islam. El Islam se propaga por toda la Meca y son muchos quienes se enfrentan a sus familiares idolatres proclamando su nueva fe.
La gente influyente de Meca, los Quraish, se oponen a esta nueva religión porque su estilo de vida y la prosperidad de su ciudad están amenazados. Tratan diferentes métodos para parar la propagación del Islam pero no tienen éxito. Se enfrentan a Mohammad, torturan a sus seguidores, y finalmente corren a los musulmanes de Meca, quienes huyen hacia la cuidad de Medina. En Medina, los musulmanes se establecen y crecen en números. Después de algunas batallas contra los Quraish, logran entrar triunfantes a Meca. Mohammad y los musulmanes destruyen los ídolos del Kaba y envían a tres mensajeros a diferentes regiones para continuar la expansión de la fe monoteísta. Esta es la parte de la película que se presenta en su inicio.
El mensaje es una película bastante informativa que logra explicar un poco de la vida de Mohammad y como surgió la propagación del Islam. Es recomendable verla por su complot, sus escenas y vestuarios, y la historia que cuenta. Definitivamente logra su propósito de mostrar la vida antigua en Arabia y proveer información sobre esta religión que aunque tiene más de un billón de devotos, es poco conocida. El mensaje fue filmada en árabe e ingles, pero también existen copias dobladas en muchos idiomas, incluyendo el español. Verdaderamente “el mensaje” sigue llegando a todas partes del mundo.
* Aunque esta película ha ayudado a dar una idea sobre el Islam y la vida del Profeta Muhammad, que la paz y bendiciones de Alá esten con él, no es 100% auténtica y incluye aspectos que van contra algunas normas de la fe islámica. Por esa razon, recomiendo que se consulte con libros de ahadiz o narraciones proféticas, al igual que biografias como El Néctar Sellado (en árabe الرحيق_المختوم), escrita por el Sheij Safi-ur-Rahmân Al-Mubarakfuri.
La película El mensaje, (1976), también conocida como Mohammad, mensajero de Dios, es única en su clase por muchas razones. Fue la primera película épica que se trata de la religión, el Islam; fue hecha simultáneamente en dos idiomas: inglés y árabe; y es una película en la cual no se enseña el rostro del personaje principal. Fue dirigida por Moustapha Akkad y fue protagoniza por Anthony Quinn en su versión en inglés. Aunque el personaje principal es el profeta Mohammad, por respeto y razones religiosas, su rostro nunca aparece en la película. Anthony Quinn es Hamza, el tío de Mohammad, cuyo apoyo fue esencial en la vida del profeta. El mensaje fue grabado en Marruecos y Libia, lugares con paisajes de desiertos, perfectos para las escenas de esta historia que se llevo acabo en Arabia en el Siglo VII. Mohammad, en la tradición islámica, fue el último mensajero de Dios para la humanidad entera. Nacido en Meca, Arabia Saudita, Mohammad logro unir a la península arábiga y varios países, extendiendo el imperio musulmán desde Indonesia hasta partes del oeste de África y Europa.
Al contrario de épicas cristianas, en El mensaje no se enseña el rostro de su figura religiosa sobresaliente. Cuando entra Mohammad en cualquier escena de la película, Akkad ingeniosamente usa otros elementos para hacer esto evidente. Surge una música extraña y placentera de fondo y los demás personajes miran hacia la cámara, como si Mohammad estuviese detrás de ella. Hablan directamente con la audiencia, algo sumamente dificultoso en la actuación pero más sin embargo, efectivo en este caso. Es así como se respetaron las normas islámicas de no mostrar el rostro de ningún profeta, para no causar adoración innecesaria y enfocarse únicamente en la devoción a un solo Dios.
Otro elemento que distingue a esta película es que comienza a mitad de la historia y hace un tipo de retroceso para contar todo desde el principio. El inicio de la película enseña a tres “mensajeros” que llevan el mensaje del Islam a tres diferentes regiones: Persia, África, y Byzantium. Luego la audiencia se encuentra en la Meca, ciudad antigua que fue un centro del comercio para los árabes, donde nació Mohammad y a consecuencia renació la fe monoteísta. La plaza de Meca está congestionada y se ve el Kaba, un edificio que fue construido por Abraham como santuario para el único Dios. En esos tiempos el Kaba fue convertido en una casa de idolatría. Un narrador explica algunos detalles y se conocen varios personajes de la tribu Quraish, que luego se convierten en enemigos del Islam y la doctrina de Mohammad. Meca no solamente era un espacio clave para la compraventa, sino también un lugar religioso por la presencia del Kaba, donde los árabes paganos de todas regiones se reunían con sus dioses.
Después de mostrar un poco de la cultura de Meca, la atención se dirige hacia Mohammad, quien se encuentra de retiro en una cueva llamada Hira a las afueras de Meca, donde frecuentemente iba a meditar. Es ahí donde recibe revelación por primera vez por medio del Ángel Gabriel quien se le aparece en forma de hombre en el horizonte. Dice Gabriel, “Lee,” Mohammad, quien fue iletrado responde, “No se leer.” Gabriel agarra a Mohammad con fuerza e insiste tres veces, “Lee,” y Mohammad responde lo mismo, “No puedo leer.” Continua Gabriel, “Lee en el nombre de tu Señor, quien creo. Creo al hombre de sangre coagulada…” (El Coran, 96:1-2). Con estas palabras de revelación comienza la compilación del Corán, libro sagrado del Islam, y se da inicio al “Mensaje:” que Dios es Único y Mohammad es Su profeta. Mohammad huye de Hira, y regresa a su hogar donde, lleno de miedo y confusión por lo ocurrido, se arropa y se esconde. Un primo cristiano de su esposa, Khadijah, afirma que Mohammad es el profeta de Dios, cuya aparición fue prevista en escrituras anteriores como la Biblia (Deuteronomio 18:14-22, Juan 16:7-15 y otros). Cuando Mohammad finalmente asume su responsabilidad de predicar el mensaje de Dios, reúne a sus compañeros, quienes aceptan las revelaciones como autenticas y se vuelven fieles seguidores del Islam. El Islam se propaga por toda la Meca y son muchos quienes se enfrentan a sus familiares idolatres proclamando su nueva fe.
La gente influyente de Meca, los Quraish, se oponen a esta nueva religión porque su estilo de vida y la prosperidad de su ciudad están amenazados. Tratan diferentes métodos para parar la propagación del Islam pero no tienen éxito. Se enfrentan a Mohammad, torturan a sus seguidores, y finalmente corren a los musulmanes de Meca, quienes huyen hacia la cuidad de Medina. En Medina, los musulmanes se establecen y crecen en números. Después de algunas batallas contra los Quraish, logran entrar triunfantes a Meca. Mohammad y los musulmanes destruyen los ídolos del Kaba y envían a tres mensajeros a diferentes regiones para continuar la expansión de la fe monoteísta. Esta es la parte de la película que se presenta en su inicio.
El mensaje es una película bastante informativa que logra explicar un poco de la vida de Mohammad y como surgió la propagación del Islam. Es recomendable verla por su complot, sus escenas y vestuarios, y la historia que cuenta. Definitivamente logra su propósito de mostrar la vida antigua en Arabia y proveer información sobre esta religión que aunque tiene más de un billón de devotos, es poco conocida. El mensaje fue filmada en árabe e ingles, pero también existen copias dobladas en muchos idiomas, incluyendo el español. Verdaderamente “el mensaje” sigue llegando a todas partes del mundo.
* Aunque esta película ha ayudado a dar una idea sobre el Islam y la vida del Profeta Muhammad, que la paz y bendiciones de Alá esten con él, no es 100% auténtica y incluye aspectos que van contra algunas normas de la fe islámica. Por esa razon, recomiendo que se consulte con libros de ahadiz o narraciones proféticas, al igual que biografias como El Néctar Sellado (en árabe الرحيق_المختوم), escrita por el Sheij Safi-ur-Rahmân Al-Mubarakfuri.
Comments
Post a Comment